La importancia de cuidar nuestros ojos
junio 29, 2016Una buena visión es fundamental para una correcta realización de las actividades de la vida diaria. Por eso, es muy importante mantener una correcta higiene visual. La visión es un sentido de relación por el que percibimos nuestro entorno y respondemos ante el mismo. Mantener una buena agudeza visual es sinónimo de calidad de vida.
La visión funcional es aquella que utilizamos en nuestra vida diaria para reconocer un rostro, para acercarnos a dar una caricia, para ver una señal de tráfico, o para bajar o subir un escalón y además, con diferentes grados de iluminación.
Para tener una buena visión es necesario conseguir buenos resultados en diversas pruebas funcionales como la agudeza visual, campo visual, percepción cromática, sensibilidad al contraste, etc., y utilizar una buena iluminación en el lugar donde realicemos las actividades.
Hay diferentes zonas o espacios para la visión; la primera sería la zona 1 para los objetos que están de 30 a 50 centímetros como la lectura de un libro, de un periódico, listín de teléfonos, ver un mapa, coser, etc. La zona 2 sería la comprendida entre 51 y 1,22 metros, sería para utilizar el ordenador, ver los titulares del periódico, menús, precios, etc. La zona 3 sería la comprendida entre 1,23 y 6 metros y nos serviría par ver la televisión, cocinar, realizar la limpieza en casa, etc. La siguiente zona,la 4, sería entre 6 y 30 metros, y nos dejaría poder jugar al golf, conducir, etc. Y la última zona sería la 5, a más de 30 metros y nos permitiría ver una mayor cantidad de campo visual, conducir, ver cine, etc.
Los problemas de salud se agravan con la edad y con ello también la vista; el ojo, sus anejos y la función visual no escapan al fenómeno de la edad, sufren cambios y complicaciones (enfermedades). La importancia que adquieren los problemas de la visión en las personas mayores van a repercutir sobre todo en su forma de vivir, pasando algunos de ellos a tener que depender de otra persona, al no poder realizar las actividades solos. Las alteraciones visuales pueden ser fuente de inmovilidad, caídas, falta de higiene. etc. Todo ello hará que la persona pueda caer en una depresión e incrementar su deterioro, produciendo así una disminución en su calidad de vida.
Los ojos son sistemas visuales con capacidad de enfocar, lo que genera unas imágenes que se interpretan en el cerebro, cualquier anomalía en la vía visual que va de ojo a cerebro provocará que no veamos. El ojo, del latín ocülus o globo ocular, es el órgano que detecta la luz, siendo la base del sentido de la vista. Se compone de un sistema sensible a los cambios de luz, capaz de transformar éstos en impulsos eléctricos. Los ojos más sencillos no hacen más que detectar si los alrededores están iluminados u oscuros. Los más complejos sirven para proporcionar el sentido de la vista. Las partes del ojo son esenciales para la existencia humana porque gracias a ellas captamos, percibimos y encontramos lo que se llama las imágenes percibidas por el sistema.
¿Cómo funciona el ojo?
La vista es uno de los cinco sentidos que nos permiten comprender el mundo que nos rodea y desenvolvernos en él. El ojo recibe rayos de luz procedentes del entorno a través de un diafragma llamado pupila que se abre y se cierra gracias al músculo ciliar y transforma esos rayos de luz en impulsos nerviosos. Estos impulsos llegan hasta el centro cerebral de la visión, donde se descodifican y se convierten en imágenes.
La estructura ocular está formada por los párpados, los globos oculares, el aparato lagrimal y los músculos oculares externos. La visión binocular, en la que participan ambos ojos, permite apreciar las imágenes en tres dimensiones. El globo ocular mide unos 25 mm de diámetro y se mantiene en su posición gracias a los músculos oculares. Está envuelto por un recubrimiento formado por varias capas.
La capa externa que recubre al ojo es la esclerótica, la intermedia la coroides, que contiene abundantes vasos sanguíneos, y la capa interna, la retina. La parte anterior se llama córnea, rodeada por la conjuntiva. Internamente, tras la córnea, está la cámara anterior, limitada posteriormente por el iris y la pupila. Detrás de ella llegamos a la cámara posterior en la que se encuentran estructuras como el cristalino y el cuerpo ciliar. Las dos cámaras están llenas de un líquido llamado humor acuoso, que por un lado mantiene la tensión del interior del ojo y por otro humedece el cristalino y garantiza su nutrición.
Las estructuras protectoras del ojo como la órbita, párpados, pestañas, la glándula lagrimal y el conducto lagrimal, son importantes ya que las protegen del polvo, el viento, microorganismos y de sustancias nocivas. El parpadeo es un movimiento reflejo que mantiene la superficie ocular húmeda. Sin esta protección la córnea que es transparente, puede secarse, dañarse y tornarse opaca. Las glándulas lagrimales son las productoras del componente acuoso de la película lagrimal. La lágrima además de mantener la córnea transparente atrapa y arrastra pequeñas partículas que entran en el ojo; son ricas en anticuerpos, defensas naturales del organismo. Hay personas mayores que tienen un excesivo lagrimeo provocado generalmente por la obstrucción de la vía lagrimal; no obstante esta se ve favorecida por el viento y el frío. Para reducir las molestias utilizaremos unas gafas de sol. La patología contraria es el ojo seco. Este problema es muy frecuente en personas mayores y especialmente en mujeres. Los síntomas son sensación de ardor, escozor, y picor en los ojos.
Otra patología muy habitual en la población es la blefaritis o inflamación del borde libre de los párpados; suele ser bilateral y recurrente. El borde del párpado aparece enrojecido, irritado con sensación de ardor, picor. Los casos más severos pueden producir disposición anormal de las pestañas o incluso pérdida de las mismas. La higiene de los párpados es fundamental para evitar estos problemas.
La presbicia, vulgarmente llamada “vista cansada” es la dificultad para ver de cerca por pérdida del poder de acomodación del cristalino; es decir el cristalino pierde elasticidad. Esta es una condición fisiológica inducida por la edad que se hace patente entre los 40 a 45 años, aumentando progresivamente hasta llegar a un defecto para la visión cercana de unas 3 dioptrías.
Hay otras patologías que reducen la visión. Sus causas son múltiples:
1º La luz no llega a la retina.
2º Los rayos no se concentran correctamente sobre la retina.
3º Los impulsos nerviosos de la retina no son transmitidos al cerebro.
4º Que se desarrolle una catarata bloqueando la luz que entra.
5º Desprendimiento de retina.
6º La diabetes.
7º Los trastornos retinianos hereditarios.
8º La DMAE (Degeneración macular asociada a la edad).
9º Trastornos del sistema nervioso como por ejemplo, la esclerosis múltiple.
Cabe reseñar por su alta frecuencia de aparición la catarata. Es fisiológico que con el envejecimiento el cristalino pierda transparencia y no permita el paso de la luz. Hoy en día esta patología tiene solución quirúrgica eliminando el cristalino opacificado e implantando en su lugar una lente intraocular.
Una de las enfermedades sistémicas más graves para la visión es la “diabetes”, la afectación ocular es una de las complicaciones más frecuentes si hay un mal control de la enfermedad. Su aparición y futura evolución están en relación con el tiempo de duración de la enfermedad y los niveles altos de glucemia. El control adecuado de la enfermedad, así como de otros factores de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, tabaquismo) pueden retrasar o evitar la aparición de lesiones oculares. Las recomendaciones son: tomar la medicación según las indicaciones de su médico, adoptar y mantener un peso saludable, participar en actividades físicas diarias, controlar los niveles de azúcar en la sangre, la presión arterial y el colesterol y no fumar.
La DMAE (Degeneración macular asociada a la edad) es la primera causa de pérdida visual entre la población mayor de 50 años en los países occidentales. El diagnóstico y tratamiento precoz es la mejor manera de prevenir una mayor pérdida de visión. Es una enfermedad degenerativa crónica que afecta a la zona central de la retina, llamada mácula. Esta mácula es la responsable de la visión central o de detalle, es la que nos permite leer el periódico, calcular la distancia, reconocer caras, encontrar un número de teléfono en el listín o leer las instrucciones de un medicamento. La DMAE no provoca ningún tipo de dolor y su aparición puede ser gradual o repentina. A menudo, los primeros signos son extrañas distorsiones visuales: baldosas que parecen ondularse, marcos de las puertas o ventanas que se curvan, bordillos de las aceras que desaparecen, etc. En las fases más avanzadas aparece una mancha oscura en el centro de la visión, que imposibilita reconocer las caras.
Aunque se desconocen las causas que originan la DMAE se han identificado algunos posibles factores de riesgo asociados a la misma como: la edad, las personas fumadoras doblan el riesgo a desarrollarla, se presenta ligeramente superior en las mujeres, los hipertensos tienen mayor probabilidad de padecerlos, las personas con un bajo nivel de antioxidantes, por eso es muy importante añadir a la dieta brócoli, espinacas, cacao, té verde, etc. Entre las personas que han presentado una DMAE unilateral, el 40 % la desarrollan en el otro ojo antes de 5 años. Y las personas con antecedentes familiares de DMAE húmeda pueden tener componentes hereditarios.
Y para terminar hablaremos del Glaucoma, que es una neuropatía óptica crónica progresiva con alteraciones de la cabeza del nervio óptico (papila) que se traduce en una pérdida de campo visual característica. La detección y el tratamiento precoz por parte del oftalmólogo son las claves para prevenir el daño al nervio óptico y la ceguera provocados por el glaucoma.
El aumento de la presión dentro del ojo es la causa del glaucoma que daña el nervio óptico. Los factores de riesgo de padecer glaucoma pueden ser la edad, antecedentes familiares de glaucoma, antecedentes de traumatismo ocular y ser de raza negra. El tratamiento inicial son colirios tópicos que disminuyen la presión intraocular. Nunca hay que dejar el tratamiento para el glaucoma. El tratamiento médico no cura la enfermedad, únicamente disminuye la presión intraocular intentando frenar la progresión de la misma, pero no mejora el daño que ya se ha producido.
El paciente debe entender la importancia de un correcto cumplimiento, si no, su patología le podrá causar ceguera. El paciente debe saber que las gotas le pueden irritar, producir picor, enrojecimiento del ojo u otros síntomas que pueden ser molestos, pese a todo son necesarias e imprescindibles en el tratamiento de esta enfermedad.
Casi todos los tratamientos de las patologías oculares son colirios, por ello nos permitiremos exponer algunas normas para la correcta administración de dichos fármacos. Cuando tengamos que realizar un tratamiento separaremos los párpados e instilaremos 1 o 2 gotas en el saco conjuntival. Es conveniente que la aplicación del colirio se realice con pulcritud evitando cualquier contacto con el goteador. Tapar el frasco después de cada aplicación. Desechar el envase al mes de abierto. Lavado de manos antes de la manipulación del colirio y en caso de los profesionales entre paciente y paciente. Retirar del colirio la arandela de protección del cierre para que al verter la gota esta arandela no caiga sobre el ojo evitando así una úlcera corneal.
¿Quiénes son los pacientes que presentan Baja Visión?
Son personas con un grado de discapacidad visual que limite significativamente sus actividades de la vida diaria y no pueda ser corregida con métodos convencionales.
El principal objetivo de las ayudas de Baja Visión es sacar el mayor partido al resto visual que tiene el paciente. El paciente podrá volver a realizar muchas de las tareas cotidianas. El éxito o fracaso depende de la motivación, de su colaboración y del sentimiento que tenga para tener una mayor independencia, en estos casos el apoyo psicológico debe tenerse muy en cuenta.
Las ayudas visuales de las que un paciente se puede beneficiar son: telescopios, microscopios, tele microscopios, lupas, filtros, sistemas electrónicos, e instrumentos para la ampliación de su campo visual. Y de ayudas no ópticas como flexo de luz especiales con doble tubo fluorescente para proporcionar mayor contraste para una lectura más fácil o un atril para facilitar la lectura ayudando a que el paciente mantenga una buena distancia y postura.
Con este artículo hemos pretendido divulgar la importancia de la visión y su patología asociada con el fin de sensibilizar a la población sobre los daños que enfermedades comunes como diabetes, ojo seco, etc. pueden causar. Evolucionando incluso, a la ceguera.
Un adecuado seguimiento ambulatorio podría evitar muchas de las alteraciones visuales que se dan hoy en día; y a riesgo de rozar los tópicos: “más vale prevenir que lamentar”.